sábado, 7 de julio de 2012


Paula Puerta

Mañana, sábado siete de julio, termina el período de consultas establecido por Ley para la negociación del ERE que hace un mes fue comunicado a la autoridad laboral y al comité de empresa del Ayuntamiento de Estepona, dando inicio a un mes de ‘pesadilla’ para estos trabajadores que se han sentido en una situación de indefensión desde que incluso antes de que el ERE fuera comunicado a las autoridades correspondientes era comunicado a los afectados por sus superiores en una mañana que muchos recordarán como dantesca en muchas de las dependencias municipales de la localidad.

Un ERE que venía precedido por las justificaciones de un alcalde, José María García Urbano, que se ha cansado estos últimos meses de decir que es consecuencia de una deuda sobrevenida de 300 millones de euros, de una gestión de desidia de los anteriores gobernantes, de una plantilla sobredimensionada, y en definitiva de una situación insostenible para las arcas municipales que, eso sí, no tiene ni la más mínima intención de aceptar las propuestas de los sindicatos que pasen por tocar los sueldos de los ediles del Consistorio y de sus cargos de confianza.

Pesadilla para muchos que han sido puestos en el centro de la diana primero por el edil de Economía y Hacienda, Manuel Aguilar, quien comunicara a sus afectados que estaban incluidos en la lista del ERE una tarde antes de que fuera registrado, y después por la de Presidencia, Ana Velasco, que en los últimos meses ha dicho por activa y por pasiva que uno de los problemas de este Ayuntamiento fueron sus empresas municipales que actuaron como ‘coladero’ de personal.

Metidos a dedo o no, se trata de 176 familias que en pocos días pasarán a engrosar, si nada lo remedia, la lista del paro en un municipio que está a la cabeza de España y de Europa en tasa de desempleo. Un municipio golpeado por la crisis que hace algo más de un año vió en García Urbano la promesa de un cambio que era más que necesario; un cambio que vendría de la mano de gestores capaces de generar empleo sin despidos en el Consistorio. Un equipo que no fue capaz de afirmar en campaña que serían ellos los encargados de poner el ‘cascabel al gato’ incluyendo en su lista a personas de fuerte calado político capaces, y lo demostraron, de mover al electorado que respaldó esta lista con una mayoría que le dió al registrador de l propiedad número uno de Huelva un poder absoluto en la Corporación con un total de 17 concejales sobre 25.

Personas entonces, hoy ediles, que tras esa victoria electoral se convertían para su sorpresa en concejales ‘de segunda’ sin firma en sus delegaciones y a los que ahora cuesta pasear por la calle y cruzarse con esos votantes que hoy se ven afectados por ese ERE. Ediles que a la larga podrían convertirse en el peor de los escollos en la gestión de un alcalde que no se sentaba a debatir con imputados, pero que no tiene los mismos escrúpulos para otras cuestiones.

García Urbano es conocedor del deterioro de opinión entre el electorado

No sabemos si le preocupa o no, cuando él mismo ha asegurado en público y por supuesto en el medio municipal que él no está preocupado por las próximas elecciones, sino por hacer las cosas bien en Estepona sabedor de que será eso lo que valoren los votantes en las próximas elecciones. García Urbano, poco político pero gran demagogo, aseguró la noche electoral del 22 de mayo para diariosol.es que su única pretensión al presentarse como alcalde de Estepona era devolver al municipio, parte de lo Estepona le había dado a él.

Dicho ésto y sin tener conocimiento del patrimonio que le haya podido proporcionar el pueblo de Estepona, a través de su trabajo como no, porque su patrimonio nunca se llegó a hacer público en un alarde de esa transparencia de la que tanto presume, a estas horas sí sabemos lo que él en este año ha devuelto al pueblo de Estepona:

-Ha devuelto a un imputado en la trama Gürtel a la nómina del ayuntamiento como personal eventual.

-Ha devuelto a Pepe Gerez, expulsado del partido hace años, a trabajar para él y cobrar por ende de las arcas municipales como eventual.

-Ha traido de fuera a numerosos trabajadores con sueldos importantes como gestores para el pueblo de Estepona.

-Ha externalizado unos cuantos servicios, con la subrogación de personal municipal consiguiente, a empresas de fuera de Estepona.

-Ha puesto los jardines y playas como hace tiempo que no se recordaba con un coste anual para las arcas municipales de casi 800.000 euros mensuales.

-Ha traido a la localidad a una empresa que se encargará de la construcción de un colegio privado y bilingüe al que pocos esteponeros irán, dad0 la renta media per cápita esteponera, previa cesión de un suelo propiedad de todos los esteponeros de la que desconocemos el valor de la misma.

-Ha incluido a 176 trabajadores en un ERE que tiene toda la pinta de llevarlo a ser el primer alcalde de Andalucía en llevar a cabo un expediente de estas características en una administración pública.

-La remodelación de la céntrica plazoleta Ortiz y la mejora de la avenida Juan Carlos I.

-El pago en facturas a proveedores por un valor de 60,3 millones de euros que ahora en lugar de deber a empresarios, Estepona debe a una entidad bancaria; es decir, hemos pagado pero seguimos debiendo lo mismo gracias a un plan de ajuste que equilibra las cuentas llevándose por delante 176 puestos de trabajo.

-El gran bulevar, en proyecto.

-El teatro, en proyecto.

-Incremento de las tasas de alquiler de equipaciones deportivas.

-Recortes sociales de todo tipo.

-Y un largo etc, que desde micity.es emplazamos a que sea el equipo de prensa del alcalde, que para eso cobra anualmente cerca de 90.000 euros, los que se encarguen de completar.

Con ésto y a expensas de que este balance sea completado por profesionales, desde micity.es podemos afirmar que aún sin conocer, como decimos, lo que Estepona le ha dado a García Urbano éste sigue en deuda con nosotros. Ahora bien, si nos va a seguir dando lo mismo que hasta ahora lo mejor que puede hacer es reconocer que una administración es algo complicado incluso para un notario, abogado del Estado y notario, y vayáse.