miércoles, 22 de agosto de 2012

viernes, 10 de agosto de 2012

FIRMADO PROGRAMA DE PRODUCTIVIDAD DE 2011


lunes, 6 de agosto de 2012


Desde la FSC-Estatal, se han preparado una serie de nuevos cursos a realizar en módulos y que en hoja de inscripción adjunta os ponemos a vuestra disposición. 

Estos cursos están previstos realizarlos a través de la Plataforma de la UNED y posiblemente comenzarían sobre el día 10 de octubre. 

También os ponemos a vuestra disposición el modelo de solicitud y los cursos a celebrar. 

Deberéis enviar a esta Federación, directamente las solicitudes, junto con fotocopia de la cabecera de la nómina o documento que acredite ser empleado público y fotocopia del D.N.I., del 1 al 10 de septiembre de 2012

 

jueves, 2 de agosto de 2012

EL ERE DE LA HUMILLACIÓN EN EL AYUNTAMIENTO DE ESTEPONA

El E.R.E. realizado en el Ayuntamiento de Estepona tiene muchas lecturas. Tantas como el número de afectados, y tantas otras como las que tengan los autores de esta masacre social. Y no utilizo ese término, señor alcalde y señores concejales, porque vaya a colocar una interminable lista de improperios. Voy a tener la deferencia de trataros con más respeto del que ustedes han tratado a 176 familias. No de allí, ni de acá, sino de Estepona.

Porque el hombre pierde su condición humana cuando desvaloriza sus acciones. Cuando atentas contra la dignidad de las personas, cuando se utilizan triquiñuelas, malas intenciones y aún sabiendo que humillarás al prójimo, sigues adelante, justo en ese momento se pone en duda la honorabilidad del individuo.

Por todos es conocida la situación delicada por la que atraviesa el país y por lo tanto, cada municipio. Ese, aunque lo digan por activa y por pasiva, no es el problema de este arduo, ofensivo y degradante proceso. Porque tener la osadía, el descaro y el atrevimiento de justificar un expediente de regulación de empleo para poner en la calle a 176 personas cuando en las propias nóminas se cobra cuatro veces más que ellos y se pagan sobresueldos y horas extras….. Eso no es ético ni moral. Es de un cinismo desbordante.

Cuando uno pierde el respeto por las vidas de los demás. Cuando uno se ríe del dolor ajeno. Cuando la soberbia de uno se hace fuerte apoyada por el poder, incluso se puede tener la desfachatez de decir que la mentira no es mentira.

Este proceso no ha sido limpio, no ha sido objetivo y sobre todo y ante todo, no ha sido humano. Ni ha tenido consideración por el sufrimiento de personas y ha carecido de formas correctas. Sería fácil ponerles un ejemplo. La empatía es lo ideal en estos casos. Si hubieran visto llorar, sufrir, no dormir,  no comer o tener que recurrir a fármacos para relajarse a un familiar querido, ahí se darían cuenta del atropello que ha sido este E.R.E.

Y para rematar la faena. Para definitivamente certificar un comportamiento inhumano y continuar con una mortificación de unas personas totalmente inocentes y a las que han cogido como cabeza de turco para continuar con sus altos niveles de vida, la carta de despido.
Señor alcalde, señores concejales, hubiera sido muy complicado citar a la gente en la delegación de Personal para firmar sus cartas y hacerlo de una manera menos humillante que mandar a la policía local a buscarles desesperadamente y hacerlos firmar incluso en plena calle. De verdad no tienen la calidad humana de evitar que sus hijos, padres, hermanos y parejas no tengan que ver a su ser querido custodiada por la policía firmando su despido.

José María, Ignacio, Manuel, Carmen, Juan Jesús, María Dolores, Alberto, Pilar, Marina, José Antonio, Ana María, María Teresa, Alfonso, Yolanda y Adrían, díganme, por favor, si este proceso no ha sido humillante. Si esta manera de tratar a las personas no es vergonzante e hiriente. Os imagináis a vuestras esposas, hermanos, padres, hijos, amigos….tratados de esta manera.

Yo, que pienso en el ser humano como algo más que números, hubiera dejado un folio de esos cinco en los que ustedes se pierden poniendo absurdos números justificando esta locura, para llegar a ellos como personas. Sé que no entiende de eso, pero uno puede dormir tranquilo cuando sabe que hace todo lo posible por no hacer daño a los demás.

Por ejemplo, hubiera puesto, estimados vecinos: Lamentamos (aunque en vuestro caso sea  mentira) tener que tomar esta decisión. Lamentamos las horas que habéis estado en el palacio de congresos cuando ya sabíamos cual era el final. Lamentamos colocar a personal de confianza en el pleno para que no hubiera sitio para vosotros. Lamentamos también haber mentido cuando dijimos que no habíamos llamado a nadie el día anterior de entregar el expediente al comité. Lamentamos haber mentido en la campaña electoral cuando dijimos que no echaríamos a nadie. Lamentamos haber mentido cuando escribí una carta abierta diciendo que los parados no se me caían del pensamiento. Lamentamos también haber utilizado a la policía nacional y local como si fueseis delincuentes. Lamentamos también no proponer ninguna solución salvo el E.R.E. y el último día, una vez señalados, realizar una votación absurda. Lamentamos también no notificar el expediente para que no fuerais a jodernos la celebración de la virgen del Carmen al paseo marítimo. Lamentamos no haberos podido mirar a los ojos en todo este tiempo. Lamentamos haber entrado por las puertas traseras para ni saber cuales eran vuestros rostros. Y un largo etcétera repleto de humillaciones y situaciones degradantes para vosotros. Lamentamos haberos maltratado psicológicamente y haberos marcado de por vida.

Y por último, decir, que si a alguien se le ha pasado por la cabeza que ya ha terminado todo, que se quite ese pensamiento de forma radical. Si políticos, compañeros y esteponeros en general han creído que se cierra el capítulo del E.R.E. en el Ayuntamiento, no solo se equivoca, sino que precisamente ahora comienza una lucha firme, decidida, diaria y constante. No para reparar un daño que jamás perdonaremos, sino para devolver la dignidad perdida y poner a cada uno en su sitio, sea delante de un juez, delante del tribunal supremo o delante de Cristo, que baje del cielo.

PACO GIL MORA