CCOO exige al Gobierno que devuelva la paga extra al calor de la
sentencia del Tribunal Constitucional de Portugal
El argumento principal que ha esgrimido el tribunal es que con las medidas se violaba el principio de igualdad a la hora de afrontar sacrificios
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stop a los recortes
El Tribunal Constitucional portugués ha declarado inconstitucional parte de los recortes recogidos en los Presupuestos Generales para el año 2013, como la supresión de la paga extra de verano al personal funcionario y pensionista y las rebajas en el subsidio de desempleo y de enfermedad. El argumento principal que ha esgrimido el tribunal es que con las medidas se violaba el principio de igualdad a la hora de afrontar sacrificios.
CCOO considera que esta decisión del Tribunal Constitucional de Portugal constituye un precedente muy importante que deja en evidencia las medidas profundamente injustas de los gobiernos de la Unión Europea y, en concreto, las del Gobierno español, a la vez que demuestra que se pueden combatir. Se demuestra claramente que existen en Europa tribunales de justicia que consideran, como millones de ciudadanos, que las actuaciones de los Gobiernos de la Unión europea -tomando medidas que salvan bancos pero que estrangulan día a día a la clase trabajadora- constituyen un atentado contra la dignidad de las personas y pretenden cargarse el Estado Social y democrático y todos los derechos conquistados en los últimos 40 años, agudizando cada día más, con las políticas de austeridad, las desigualdades sociales y haciendo, de esta manera, que los pobres cada día sean más pobres y los ricos cada día más ricos.
CCOO exige al Gobierno español que, de oficio, DEVUELVA LA PAGA EXTRAORDINARIA DE DICIEMBRE DE 2012, y vuelve a reiterar que ASÍ, criminalizando a todos los trabajadores y trabajadoras del sector público, obcecándose en reducir el déficit público con políticas de control del gasto ignorando políticas para mejorar los ingresos y deteriorando de esta manera y progresivamente los servicios públicos, lo único que hacen es propiciar su externalización y por tanto privatización, convirtiéndolos en negocio -buscando su rentabilidad económica y no social-, y debilitando para anularlo paulatinamente el estado de bienestar, NO saldremos del agujero en que estamos inmersos.
